Nos conocemos tan mal
que nuestro mejor
autorretrato
siempre lo hace otro.

Nos conocemos tan mal
que nuestro mejor
autorretrato
siempre lo hace otro.

Dibujos

Pe Cas Cor siempre tuvo gran interés por lo plástico, aunque en su obra inicial eso únicamente quedó plasmado en los juegos caligráficos que empezó a hacer en sus poemas a partir de 1977. A comienzos de los ochenta animó con toques de color y pequeñas viñetas algunos de sus poemas inéditos. Pero fue a partir de 1985, y en lo que luego se revelaría como una transición hacia la pintura, cuando  realizó gran cantidad de dibujos, con un trazo sencillo y penetrante, fruto de una rara habilidad más que del aprendizaje. Algunos de ellos forman series y sirven de ilustración a textos, tiernos o irónicos, duros o humorísticos, como los de La vida puede ser una lata o los Cuadernos amarillo, rojo, verde y azul. Otros son completamente independientes, pero siempre se observa en ellos el deseo de narrar.
han dicho

Destacamos algunas opiniones sobre los dibujos de Pe Cas Cor

«La estela de Pedro Casariego Córdoba incluye, entre otras maravillosas cosas, infinidad de dibujos y algo más de cien cuadros. En ellos hay imágenes inquietantes, poéticas, inolvidables. Y muchos sombreros. El suyo era de fieltro, pero recordaba lejanamente al de Van Gogh. Y muchas manos extendidas. Fue, él mismo lo decía, un «manirroto», manirroto con su talento y con su vida. Hay también chispazos misteriosos, pasos de baile, estrellas fugaces, monstruos simpáticos y antipáticos, cuentas del rosario que un ser extraordinario y, mal que le pesara, un pintor y un poeta, estuvo pasando, cuenta a cuento, cuento a cuenta, para contarnos cómo se sube y se baja, se baja y se sube de lo químico a lo cómico, de lo cósmico a lo doméstico, de la vida a la nada, de la nada a la gloria.»
«Suceden cosas fantásticas en los mundos de PCC, historias: un tatuado se pierde en un puerto perdido, donde un río de alcohol desemboca en las gargantas de los hombres perdidos, afluentes de un río de mujeres; un miedoso oye un ruido y se esconde detrás del armario, y ve la llave que brilla y se mueve en el suelo, la llave que echa a andar; se celebra una conferencia extraordinariamente divertida: sólo se ha dormido el conferenciante. Inventor de personajes de excepción, desde el resbaladizo Schneider de «Maquillaje» (1983), PCC nos presenta a sus héroes: el hombre delgado que no flaqueará jamás; el hombre que extravió la mitad derecha y solicita ayuda para aprender a ser zurdo; Douglas y Juan, dos amigos de gustos diferentes: uno, que sólo existe hasta la cintura, ama el cine, y otro, que sólo existe desde la cintura, ama los paseos.»
«Cubrir el rostro de un tigre no es tarea fácil, Pedro Casariego, lo hizo con humor y poesía en La vida puede ser una Lata. Sólo los que cubren el rostro del tigre desvelan su sueño, y digo sueño cuando realmente quiero decir metáfora. Casariego es consciente de la crisis de la metáfora visual. En La vida puede ser una lata sus textos se acompañan no de ilustraciones, sino de dibujos; sin embargo, también el propio poema se vale sin necesidad de ese otro rasgo que es el grafismo. Apariencia de cine, novela, guión, dibujo o entrevista, todo en Pedro Casariego está tocado de poesía, la forma más próxima del misterio.»
«Desde Maquillaje hasta La vida puede ser una lata Pe Cas Cor aprendió mucho sin dejar de pretender y buscar ansiosamente lo mismo  (la sorpresa, la emoción desnuda, la ternura, el simple acuerdo con el propio ser…). En toda su obra la lectura como flujo infantil de emociones es un efecto producido no sólo por la forma poética (escritura y dibujo) sino principalmente por la actitud artística del autor, que hace al lector detenerse ilusionado ante cada nuevo poema. En ellos, la ternura y la sinceridad se mezclan con elementos adultos como la sutilidad perspicaz o la ironía, que a veces llega al cinismo nunca malévolo.»
Francisco Rivas
Crítico de arte
Justo Navarro
Escritor y crítico literario
Rafael Pérez Estrada
Poeta y escritor
Blanca Gago Domínguez
Traductora
han dicho

Destacamos algunas opiniones sobre los dibujos de Pe Cas Cor

«La estela de Pedro Casariego Córdoba incluye, entre otras maravillosas cosas, infinidad de dibujos y algo más de cien cuadros. En ellos hay imágenes inquietantes, poéticas, inolvidables. Y muchos sombreros. El suyo era de fieltro, pero recordaba lejanamente al de Van Gogh. Y muchas manos extendidas. Fue, él mismo lo decía, un «manirroto», manirroto con su talento y con su vida. Hay también chispazos misteriosos, pasos de baile, estrellas fugaces, monstruos simpáticos y antipáticos, cuentas del rosario que un ser extraordinario y, mal que le pesara, un pintor y un poeta, estuvo pasando, cuenta a cuento, cuento a cuenta, para contarnos cómo se sube y se baja, se baja y se sube de lo químico a lo cómico, de lo cósmico a lo doméstico, de la vida a la nada, de la nada a la gloria.»
Francisco Rivas
Crítico de arte
«Suceden cosas fantásticas en los mundos de PCC, historias: un tatuado se pierde en un puerto perdido, donde un río de alcohol desemboca en las gargantas de los hombres perdidos, afluentes de un río de mujeres; un miedoso oye un ruido y se esconde detrás del armario, y ve la llave que brilla y se mueve en el suelo, la llave que echa a andar; se celebra una conferencia extraordinariamente divertida: sólo se ha dormido el conferenciante. Inventor de personajes de excepción, desde el resbaladizo Schneider de «Maquillaje» (1983), PCC nos presenta a sus héroes: el hombre delgado que no flaqueará jamás; el hombre que extravió la mitad derecha y solicita ayuda para aprender a ser zurdo; Douglas y Juan, dos amigos de gustos diferentes: uno, que sólo existe hasta la cintura, ama el cine, y otro, que sólo existe desde la cintura, ama los paseos.»
Justo Navarro
Crítico literario
«Cubrir el rostro de un tigre no es tarea fácil, Pedro Casariego, lo hizo con humor y poesía en La vida puede ser una Lata. Sólo los que cubren el rostro del tigre desvelan su sueño, y digo sueño cuando realmente quiero decir metáfora. Casariego es consciente de la crisis de la metáfora visual. En La vida puede ser una lata sus textos se acompañan no de ilustraciones, sino de dibujos; sin embargo, también el propio poema se vale sin necesidad de ese otro rasgo que es el grafismo. Apariencia de cine, novela, guión, dibujo o entrevista, todo en Pedro Casariego está tocado de poesía, la forma más próxima del misterio.»
Rafael Pérez Estrada
Poeta y escritor
«Desde Maquillaje hasta La vida puede ser una lata Pe Cas Cor aprendió mucho sin dejar de pretender y buscar ansiosamente lo mismo  (la sorpresa, la emoción desnuda, la ternura, el simple acuerdo con el propio ser…). En toda su obra la lectura como flujo infantil de emociones es un efecto producido no sólo por la forma poética (escritura y dibujo) sino principalmente por la actitud artística del autor, que hace al lector detenerse ilusionado ante cada nuevo poema. En ellos, la ternura y la sinceridad se mezclan con elementos adultos como la sutilidad perspicaz o la ironía, que a veces llega al cinismo nunca malévolo.»
Blanca Gago Domínguez
Traductora

1988

Cuaderno de Berta
Cuaderno de 15,5 x 10,5 cm, con 35 dibujos a rotuladores negro y de colores

1989

Cuaderno de boda
Cuaderno de 16 x 11 cm, con dibujos a lápices de colores
Cuaderno apaisado
Cuaderno de 8 x 11 cm, con 19 dibujos de línea negra y rotuladores de colores
Cuaderno azul y blanco
Cuaderno de 21,5 x 16cm, con dibujos de línea negra coloreados a rotuladores negro y amarillos
Cuaderno de papel reciclado
Cuaderno de 15 x 11 cm, con dibujos de línea negra coloreados a rotulador

1990

Cuaderno noruego
Cuaderno de papel cuadriculado de 29 x 23 cm, con dibujos a rotuladores de colores

1992

Cuaderno del circo
Cuaderno de 12,5 x 9 cm, con 18 dibujos a rotulador negro
Cuaderno para Ana y Julieta
Cuaderno de 30 x 20,5 cm, con 66 dibujos a tinta negra y verde
Sobre cartón gris
33 dibujos de personajes fantásticos sobre cartón gris, a tinta negra

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