Pintura
Abandonada la escritura, Pe Cas Cor comenzó a pintar a principios de 1989, y desde entonces hasta poco antes de su muerte lo hizo a impulsos, siguiendo rachas creativas tan breves y luminosas como chispazos eléctricos. Sus cuadros, mucho menos elaborados que sus escritos, sí surgieron «como un torrente» de agua y fuego, en el que, en palabras de Francisco Rivas, navegan «imágenes inquietantes, poéticas, inolvidables».
Pe Car Cor expuso su obra pictórica, y la puso a la venta, en un piso madrileño en marzo de 1992. Desde su muerte y hasta la fecha ha habido dos exposiciones póstumas no comerciales, una en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (1994), y otra en la Universidad de Valencia (1997).
En blanco
Exposición Círculo de Bellas Artes, 1994
Exposición Universidad de Valencia, 1997
Aquí hemos reproducido 111 acrílicos sobre lienzo, en general de formato grande: todos los que pintó a excepción de los dos primeros, que consideramos tentativos. También los hemos presentado de forma torrencial, porque creemos que dialogan entre sí, que en cierto modo forman una narración que deambula entre el caos y la mayor coherencia, como lo hacen sus libros de poemas encadenados. En un ejercicio de total libertad expresiva, los títulos se encargan en ocasiones de dar a la potencia de las imágenes el contrapunto del humor y la levedad, tan caros siempre al artista.
han dicho
Destacamos algunas opiniones sobre la pintura de Pe Cas Cor
«Pedro Casariego, que pensaba que el artista debe crear dentro de sí mismo, fue abandonando poco a poco las palabras, tal vez para no hacer ruido, sustituyéndolas por imágenes, explosiones del artista interior, secreto, alejado de la vana y terrible fiebre de homenajes y adulaciones. «Valoro en mí cómo abro una puerta», afirma Jakob von Gunten. «Solo soy un verdadero artista mientras vacío el lavaplatos», escribió Casariego Córdoba.»
«Para esa tarea, a la que fue empujado por ese miedo luminoso del que habla Canetti, el poema en su forma clásica hecho de palabras no era suficiente, por eso necesitó dibujarlo con una línea delgada y melancólica, pintarlo con colores pastosos, darle toda la fuerza de la luz y también la espesura de la oscuridad.»
«Y es que este hombre, Pedro Casariego Córdoba, fue un tipo compulsivo que se tiró a la piscina de las palabras sin salvavidas y se sumergió hasta el fondo como si no le tuviera miedo a las catástrofes que se producen cuando uno deambula por la cuerda floja del sentido. Y un buen día, ese hombre que firmaba Pe Cas Cor dejó las palabras en suspenso y se tiró a los lienzos con la misma extrema necesidad con la que había tratado con sus versos, y llenó sus cuadros con colores y trazos, con personajes e historias, con tinta de dolor y con ríos de puro cariño: para volver a construir mundos que fueran el reverso o la continuación del suyo propio.»
«Pe Cas Cor sabía muy bien que la lógica nada tiene que ver con el arte, la pintura o la poesía. El arte es, sobre todo, desorden, sentimiento, pasión, capacidad de herir, o de acariciar. Aunque existan profesores de matemáticas que sollocen ante un encerado, conmovidos por la implacable belleza del teorema que acaban de explicar, lo bello es inexpresable: esos profesores no sabrían explicar su llanto.»

Berta Vías Mahou
Escritora

Marcos Ricardo Barnatán
Crítico de arte

José Andrés Rojo
Periodista y escritor

Martín Casariego Córdoba
Escritor
han dicho
Destacamos algunas opiniones sobre la pintura de Pe Cas Cor
«Pedro Casariego, que pensaba que el artista debe crear dentro de sí mismo, fue abandonando poco a poco las palabras, tal vez para no hacer ruido, sustituyéndolas por imágenes, explosiones del artista interior, secreto, alejado de la vana y terrible fiebre de homenajes y adulaciones. «Valoro en mí cómo abro una puerta», afirma Jakob von Gunten. «Solo soy un verdadero artista mientras vacío el lavaplatos», escribió Casariego Córdoba.»

Berta Vías Mahou
Escritora
«Para esa tarea, a la que fue empujado por ese miedo luminoso del que habla Canetti, el poema en su forma clásica hecho de palabras no era suficiente, por eso necesitó dibujarlo con una línea delgada y melancólica, pintarlo con colores pastosos, darle toda la fuerza de la luz y también la espesura de la oscuridad.»

Marcos Ricardo Barnatán
Crítico de arte
«Y es que este hombre, Pedro Casariego Córdoba, fue un tipo compulsivo que se tiró a la piscina de las palabras sin salvavidas y se sumergió hasta el fondo como si no le tuviera miedo a las catástrofes que se producen cuando uno deambula por la cuerda floja del sentido. Y un buen día, ese hombre que firmaba Pe Cas Cor dejó las palabras en suspenso y se tiró a los lienzos con la misma extrema necesidad con la que había tratado con sus versos, y llenó sus cuadros con colores y trazos, con personajes e historias, con tinta de dolor y con ríos de puro cariño: para volver a construir mundos que fueran el reverso o la continuación del suyo propio.»

José Andrés Rojo
Periodista y escritor
«Pe Cas Cor sabía muy bien que la lógica nada tiene que ver con el arte, la pintura o la poesía. El arte es, sobre todo, desorden, sentimiento, pasión, capacidad de herir, o de acariciar. Aunque existan profesores de matemáticas que sollocen ante un encerado, conmovidos por la implacable belleza del teorema que acaban de explicar, lo bello es inexpresable: esos profesores no sabrían explicar su llanto.»

Fernando R. Lafuente
Profesor y crítico literario