Nuestras palabras
nos impiden hablar.
Parecía imposible.
Nuestras propias palabras.

Nuestras palabras
nos impiden hablar.
Parecía imposible.
Nuestras propias palabras.

1981. Prosa

cuaderno de gotemburgo

«El juego» en Barataria, nº 2, primavera de 1995, y en Verdades a medias, Espasa Calpe, 1999; primeras páginas en El Gato Gris, Valladolid, 1998 

El Cuaderno de Gotemburgo, al que pertenece «El juego», es el primero de los quince que Pedro Casariego Córdoba escribió y dibujó. Se lo regaló su hermano Juan, quien al comprarlo en aquella ciudad sueca había anotado en la primera página «Gotemburgo, 1982». Esto le dio nombre, pero creó confusión sobre su fecha de creación. Por un poema («Te advierto que la luna…»), cuyo borrador está en el cuaderno y que Pedro fechó en agosto del 83 al mecanografiarlo, podemos suponer que es de ese año, y en cinco anterior al siguiente, el titulado Cuaderno Azul.

En el cuaderno se suceden los poemas, escritos de corrido, alternando el tono duro con otro desenfadado. En muchas de las páginas hay algún trazo de color: simples líneas o motas, pictogramas similares a los de la escritura china, rellenos de algún dibujo, o, en fin, alegre tachadura sobre algo escrito y desechado. «El juego» supone el grueso del cuaderno y se sitúa en su parte central, entre los poemas, ocupando solamente páginas pares. Está también escrito de corrido, con soltura y sin excesiva preocupación por la estructura, en tono humorístico, mezclando lo cómico con lo dramático. La atención a la estética de las páginas es menor que en algunos de los cuadernos posteriores, la letra es más descuidada, y el dibujo, quizá, más torpe. La tinta, de pluma estilográfica, empieza siendo negra y acaba azul oscuro. Los dibujos que ilustran la historia están coloreados con rotuladores, incluyendo uno de tinta plateada. En este relato de una amistad interior, del profundo afecto del narrador hacia alguien que ni siquiera le conoce, la ternura aparece en cada página.

Agua del tiempo

Agua del tiempo
qué poco tiempo me queda
un vaso de minutos
una jarra casi vacía
un vaso lleno de nada

antes de adiós quiero
una boca de amor
una estrella de ojos
todo lejos de espadas

pronto mataré
muy pronto
mataré esquinas de cielo
con mi guadaña de tierra

agua del tiempo
qué poco tiempo me queda

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