Nuestras palabras
nos impiden hablar.
Parecía imposible.
Nuestras propias palabras.

Nuestras palabras
nos impiden hablar.
Parecía imposible.
Nuestras propias palabras.

1975-77. Poesía

Poemas Apaisados del Caballero Inmaduro

Revistas Hora de Poesía, Amén, Torre de las Palomas, etc., y en la antología Contrapoesía (Ya lo dijo Casimiro Parker)

Estos 300 poemas independientes, a los que Pedro dió el nombre de Poemas Apaisados del Caballero Inmaduro, son los primeros que escribió, y la única parte de su poesía inédita como conjunto, aunque se han publicado algunos de ellos en distintas revistas y antologías.

En realidad, son bastante diferentes los primeros de los últimos: al principio (noviembre de 1975) son como relatos, con versos muy largos que parecen terminar cuando no cabe nada más en la línea ni en la página, porque se acaba el papel; en una fase intermedia tienen menos versos y son realmente apaisados; y al final, ya en 1977, son aún más breves y a veces se encadenan dos o más, como precedente de la serie de «poemas encadenados».

Durante temporadas hace un poema al día (incluso dos o tres), para lo que se inspira preferentemente en hechos históricos, en marcas y compañías comerciales o en lugares, sucesos  y personajes que aparecenen en los libros o periódicos que lee (políticos, deportistas, pintores, actores, cantantes, escritores…, pero también personas anónimas). Otras veces crea un mundo imaginario, críptico y cercano a la ciencia ficción, en el que los objetos pueden personalizarse y las personas descomponerse. Por último hay poemas que encuentran su fuente en incidentes de la vida cotidiana o en la impresión que le produce la Naturaleza que le rodea.

El Joven Carne de Horca levanta sus botas de bandolero
muy por encima de su cara verdosa
y envía a la escupidera un trozo de sí mismo sin envoltura alguna,
pero a pesar de todo, alegre tras sus audacias,
no se siente disminuido, el cambio le deja intacto.
El muchacho que ama las trifulcas
parece alto o bajo según se le mire,
y elabora complicadas Añagazas junto a la chimenea color de barco despintado
pensando en la mujer de la nuca dorada y el abrigo azulado;
ella le habló del Río Negro al morir la fiesta nocturna,
su pálida boca compartida por dos espejos.
Carne de Horca dispara y acierta seis veces de cada siete,
aunque yerra en los Grandes Concursos,
y podrá montar una foca en el próximo rodeo
con bastantes posibilidades de vencer,
nunca cepilla sus trajes
y cuenta hasta ciento siete sin haber ensuciado la escuela.
No os riáis de mí; él es mi hermano mayor,
y cuando le suban al roído Patíbulo
jugará con el calendario y continuará Alterando las Fechas.

1976

Cubierta libro
Cubierta libro
Mis labios
como dóciles
ruidosas segadoras rojas
que piden un relincho
de gasolina
porque besarte
es cortar hierba
hierba
hierba
olor a hierba
olor a hierba
recién cortada.

Mi cuerpo
hervidero de hierba
helada
para enseñar anatomía
y botánica
y mi cuerpo
enseñanza
hierba que nadie recoge
hierba que el viento pisa
hierba que se hace suela
de mil zapatos vacíos.

Tu cama
fría y pedregosa
es el lecho de un río:
Eres río
eres río que llora
bajo mis abrazos de madera
madera que flota
madera que no sabe penetrar
eres río
eres río que se desborda
eres río y en mis labios
en mis labios desembocas.

1977 (son tres poemas de una serie que incluye uno o dos más)

Envejeces
Marie
egocéntrica campeona de yo-yo
envejeces
Marie
se despintan tus cabellos
envejeces
Marie
por los siglos de los siglos
abandóname
Marie
ha llegado el telegrama
que esperaba recibir
en el hueco de mi tiempo.

Envejeces
Marie
telaraña la red de tu sonrisa
herrumbre el hierro de tu mirada
envejeces
Marie
relicario soy
que al besarte atrapa
la reliquia de tus labios
envejeces
Marie
con el vuelo de los pájaros
con el paso de los años.

septiembre 1977 (son dos poemas distintos, pero otra vez evidentemente encadenados)

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